Hola, me llamo Sara. Tengo 18 años. Y mi vida por así decirlo, no es perfecta. Pero, ¿Quién es capaz de sonreí todos los días?. Aun no he visto quien todos los días sonría estando absolutamente bien. Creo que la vida consiste en eso, sonreír, llorar y tratar de ser feliz.
Chicas: ¡Sara! ¡Baja!.
Me asome a la ventana, como no eran ellas…
Yo: ¡Ya bajo!.
Salí a la calle. Eran preciosas las tres. La mas alta es Ana, rubia, ojos verdes, un bebezón, tenia un acento cordobés que la salía cuando se enfadaba. Otra es Raquel, de mi misma estatura, morena con unos ojos marrones oscuros. Y la otra es Bea, un poco mas bajita que yo, su pelo color castaño oscuro con unos ojos marrones verdosos.
Bea: Ya creímos que no bajabas.
Yo reí un poco: ¿Y perderme este día con vosotras?
Ana: Quien sabe.
Raquel: Chicas, vamos a ver a los chicos que tienen partido.
La chicas asumimos. Todas nos encantaba ir a verlo por que los tres amores de nuestra vida jugaban en el mismo equipo, el Talavera Cadetes 96. Llegamos al campo de fútbol y nos subimos a las gradas, Bea, se acerco a las barras y empezó a buscar en el campo de futbol.
Ana: Bea, no le busques, que esta vez no le han convocado.
Bea la miro apenada, solo cuando jugaba podía verle.
Bea; Pues valla. ¡ENTRENADOR CABRON!.
Las chicas nos agachamos, y nos reímos.
Yo: Bea, estas loca.
Bea: No estoy loca. No tengo vergüenza.
Nos reímos mas y con mas ganas. Si a veces las tres llegamos a hacer inmensas locuras juntas, pero cualquier instante juntas es perfecto, como tocar las nubes.
Ana: Chicas ya empieza el partido.
Yo: ¡Vamos Richy!.
Obviamente, Richy, era mi novio y solo venia para animarle.
Bea gruño: No tienen nada que hacer sin el numero nueve.
Las chicas miramos a Bea. En parte tenia razon el numero nueve era el que mas goles habia metido en toda la temporada pero eran un gran equipo y seguro que lo hacian bien.
Ana, Raquel y yo: ¡Goooooooool!
Bea intento celebrarlo pero no era capaz, su sonrisa era demasiado falsa y no se creia. En ese momento miro hacia atrás.
Bea: Mirale esta ahí.
Me gire un poco.: Es cierto. ¡Venga salúdale!
Bea: ¡Que vergüenza!.
Ana: ¿Tu no eras la que no tenia vergüenza?.
Bea: Bueno si pero
Raquel: Pero nada, vamos pequeña Minnie.
Bea se giro decidida.: Allá voy.
Las tres miramos con disimulo, Bea se sentó a su lado y empezaron ha hablar. No hacían mala pareja, tampoco buena, pero el amor es así. Nadie de las cuatros sabíamos como se llamaba solo lo reconocíamos por el numero nueve, el numero de su camiseta cuando juega en los partidos.
Ana cuchicheo: Hacen buena pareja.
Yo: Bueno, el es algo macarra.
Raquel: Venga chicas no conocemos como es el, alo mejor es un chico simpático.
Yo: ¡Venga Raquel!. En lo que llevamos de temporada ya lo hemos visto con seis chicas.
Ana: Es un putero.
Raquel: Bueno quizás no ha encontrado a la chica perfecta.
Ana: Raquel, sabemos que sacas la cara por el, por que Aaron es como el.
Raquel: Estamos hablando del numero nueve no de Aaron.
Yo: Pero son muy parecidos.
Raquel: Aaron es mas guapo.
Ana: Bueno si.
Las chicas nos concentramos en el partido y no nos dimo cuenta de que Bea ya había regresado.
Yo: Eh, ¿Qué tal?.
Bea: Muy bien es muy majo.
Ana: ¿Y como se llama?
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